En salvaguarda de nuestra democracia.
No a posibles vínculos con el narcotráfico, no a la posibilidad de retornar a un autoritarismo cómplice.
Luto. 8 soldados y 2 civiles fueron asesinados por sanguinarias huestes terroristas en Santo Domingo de Acobamba en la zona del VRAEM. El motivo: el que salieran a salvaguardar nuestra democracia.
Como es conocido, esos remanentes terroristas asesinos se nutren de los narcotraficantes que operan en la zona. El narcotráfico, sin duda, va a continuar apoyando al terror con tal de ver facilitadas sus operaciones en "zonas liberadas", pero no nos tapemos los ojos, ese mismo narcotráfico también apunta hacia el poder político.
Según un especialista en la materia, Sr. Jaime Antezana, se tienen serios indicios de la existencia de posibles vínculos de 17 candidatos del partido de Keiko Fujimori, hoy probablemente electos, con el narcotráfico o el lavado de activos (ver artículo). En los últimos años, la prensa ha dado cuenta de varios casos en los que, de una u otra forma, coinciden allegados de Fuerza Popular y el tráfico de drogas: Kenji Fujimori y Miguel Ramírez también de Fuerza Popular, se vieron relacionado a la incautación de droga dentro de una de sus empresas (ver artículo); David Bazán Arévalo, alcalde de Tocache, considerado como uno de los principales colaboradores y financistas de la campaña de Keiko Fujimori, fue investigado por financiar a una columna terrorista que mató a tres miembros de la policía y un fiscal que habían realizado una incautación de droga (ver artículo); en el 2011, Luis Calle Quirós, quien está en la “lista negra” del narcotráfico internacional realizó donaciones a la campaña de Keiko Fujimori (ver artículo).Otros miembros del partido son investigados por lavado de activos, pues no se conoce el origen de su repentina fortuna, comenzando por el secretario general del partido Joaquín Ramírez (ver artículo); otros presentan indicios para ser investigados, como Moisés Mamani, el N°1 de Fuerza Popular por Puno, hoy electo congresista (ver artículo).
Seamos claros, no basta con indignarnos, informémonos y saquemos conclusiones. Para salvaguardar nuestra democracia y acabar con los asesinos terroristas, es necesaria una lucha implacable contra el narcotráfico. Si creemos en la verdadera democracia, no podemos ser complacientes con el narcotráfico ni dejar servida la mesa para un autoritarismo cómplice. Si queremos, como ciudadanos, rendirle homenaje a nuestros héroes asesinados, lo mejor que podemos hacer es no volver a entregar el poder absoluto a un partido de corte autoritario y con antecedentes de estar relacionado con dinero proveniente de actividades ilegales. Digámosle NO a los posibles vínculos con el narcotráfico, digámosle NO a la posibilidad de regresar a un autoritarismo cómplice de éste.