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tomado de Andrés Edery (@otravezandres). publicado en somos el comercio

LA LLAMADA DEL VACÍO

Pandemonio Electoral

"Por donde se les mire, las nefastas y desfasadas propuestas de Castillo son peligrosos adefesios de comprobada multiplicación de la pobreza. Lejos de ser la solución, son la receta perfecta no para acabar con el desigual reparto de la torta, pero sí para terminar arranchándonos en forma tan igual de desigual las migajas de un mendrugo."

Carlos de Rutté

Publicado: 2021-04-26


Partamos por reconocer que ambos candidatos son de lo peor. Ambos nos llaman a desbarrancarnos hacia el vacío. Ambos son graves amenazas al orden democrático. Ambos lideran hordas de potenciales rateros prestos a copar cargos públicos, afanosos por facilitar negociados a los allegados y ansiosos por cargarse en camionadas las arcas fiscales.

Ninguno de los dos da garantías democráticas y aún menos tiene credenciales de haber enfrentado a la corrupción, es todo lo contrario lo que afirman sus "cuasi" prontuarios. Es así que su palabra vale nada en esas dos materias.

Podría sacar ventaja aquel que se comprometa formalmente ante entidades multilaterales o invitando a gobiernos de reconocida trayectoria democrática a que funjan de veedores en su gestión. Por otra parte para dar luces de querer enfrentar la corrupción, lo primero, deshacerse de su entorno más cuestionado y en paralelo quizás, formalizar la asesoría de un observatorio mundial anticorrupción, con su equipo y con acceso a los medios se comunicación, un "zar" o alguien a quien no le tiemble la voz, si tiene que denunciar a quien lo contrató.

Por donde se les mire, las nefastas y desfasadas propuestas de Castillo son peligrosos adefesios de comprobada multiplicación de la pobreza. Lejos de ser la solución, son la receta perfecta NO para acabar con el desigual reparto de la torta, pero SÍ para terminar arranchándonos en forma tan igual de desigual las migajas de un mendrugo.

¿Hasta aquí todo bien? Muy bien, ahora veamos el gráfico de abajo (gracias a @alejandro.art.arq, confío que haya hecho un tratamiento riguroso de la data). Revísenlo con calma. Vean las dimensiones de los bloques D y E, sus colorcitos y les dejo la importante tarea de investigar lo que en la realidad significan esas caprichosas letritas en cuanto a calidad de vida y nivel de bienestar.

Cumplida la tarea, sigamos un poco más, vamos por un esfuerzo de empatía, y pongámonos en los zapatos de las personas que componen esos dos grandes bloques. Es muy probable que no solo desde hace 20 años, sino hace más de 200 años, dichos ciudadanos y sus ancestros, a pesar de sus esfuerzos, se hayan mantenido inamovibles en esos bloques que representan a quienes viven en pobreza y cuya libertad económica es nula. Tenemos que ser muy papanatas y faltos de toda visión, para pretender llegar a dichos sectores, diciéndoles que todo está bien, que el mal llamado "modelo" o "sistema" se debe mantener tal cual, que no hace falta mover nada, que nadie se debe meter en nada y para nada, y por supuesto, menos el Estado.

Digo "mal llamado" porque tendríamos que entender primero a qué nos referimos cuando hablamos de "modelo" o "sistema", y así saber exactamente qué es lo que tenemos que defender. Porque si el "modelo" tiene como doctrina inamovible el "dejar hacer, dejar pasar", y es una combi la que te pasa por encima o un camión con gas el que pasa y estalla en tu vecindario. Porque si el "sistema" es aquél donde en cada elección la ciudadanía se ve obligada a escoger entre el ladrón y el más ladrón, o entre el narco y el corrupto. Porque si lo que tenemos que defender es que el Estado sea el refugio para los menos capaces para gestionar y los más hábiles para coimear, o aquél lugar donde la misión del funcionario público es cumplir con los designios orientados por intereses escondidos del pobre diablo de turno que le pusieron a la cabeza de su institución, en lugar de ser el trabajo honesto con visión de país. Porque si el "modelo" tiene como objetivo mantener proscritas del vocabulario gubernamental las palabras visión de país, estrategia de desarrollo, ordenamiento territorial y planificación urbana. Porque si el "modelo" consiste en priorizar exclusivamente el superávit fiscal de corto plazo por sobre el futuro de los niños y la vida de nuestra gente. Porque si el "sistema" implica seguir manteniendo con nuestros impuestos a delincuentes disfrazados de presidentes, congresistas, alcaldes, gobernadores, jueces, fiscales o ministros. Porque si defender el modelo significa, decirle a nuestra gente "keep calm", el mercado está acá y no exijas ningún cambio, tranquilo, si quieres mejorar espera... solo el libre mercado proveerá, "ÉL" se encargará, a veces tarda, pero llega...rá...algún día, bueno quizás tú no lo llegues a ver, pero piensa en los nietos de tus nietos, alguna gotita del milagroso y sobre todo invisible goteo seguro les caerá.

Porque si es eso es lo que se propone mantener, déjenme decirles señores que estamos sumamente equivocados y ahí nada tenemos por defender. En un país donde nada funciona, lo último que debemos defender es el establishment.

Los grandes retos por afrontar están en los cambios positivos, en las grandes y profundas reformas que debemos diseñar e implementar. En una reforma política que permita a los honestos agruparse y candidatear, mientras le cierra el paso a las bandas criminales cuyo objetivo es cometer sus fechorías desde el poder. En una reforma del Estado que incentive a los más talentosos a desarrollar su carrera profesional en el sector público. En una reforma educativa, donde la escuela pública sea orgullo nacional y nuestras universidades sean potencia científica y soporte creativo para al emprendedurismo y el empresariado. Una reforma del sistema de salud, al cual tengamos que acudir lo menos posible pero al que todos tengamos acceso y así no tener que optar por el llonque para "curarnos" en una pandemia. En una reforma de la justicia donde jueces y fiscales no sean cómplices de la delincuencia y menos, verdugos de quienes nos protegen. En una reforma del sistema de pensiones que respete el éxito monetario de la trayectoria individual pero que, como base, también permita proveer condiciones mínimas de dignidad y felicidad a todos nuestros adultos mayores.

No nos digan que no hay nada por cambiar, cuando luego de 200 años, se ha hecho casi nada y lo poco que se hizo, sorteando la obstrucción, se hizo mal, coimeando y robando.

Con qué parte de una cara de palo le dices a alguien que no conoce la superficie, cuya piel y pulmones respiran agua (por no decir contaminación) y sobre cuya cabeza estás parado hace 20 años: "Doc, nos unimos o nos hundimos, ah".

La realidad es que ningún país es viable con los niveles de pobreza e informalidad que tenemos en el Perú. El puntillazo final para el descalabro total nos lo ha dado esta pandemia asesina. Lo tenemos frente a nuestras narices que respiran muerte y se insiste como gran y única propuesta en que todo siga igual. Eso es necedad.

Hay hermanos, muchísimo por hacer, y por cambiar, comenzando por nosotros mismos. Consejo de pata Keiko, da el ejemplo, comienza tú, date cuenta, queda poco tiempo, pero queda, cambia tu mensaje, tu entorno y tu actitud. Del saque, pídele disculpas públicas a todos los peruanos y, en especial, a quienes tu bancada vapuleó con ensañamiento y sin justificación, ese sería un gesto hacia la unidad (si no se te ocurre nadie, piensa en el Director Global de Educación del Banco Mundial). Intenta una mirada de estadista, deja la ojeriza del hampón. Lleva propuestas de desarrollo reales, viables, concretas y tangibles a cada región. Propón las reformas esenciales. Convoca a los mejores, bota a los corruptos, narcos y estafadores que son los que te adulan. Reconoce tus limitaciones y, con humildad y nobleza, reúne y presenta un equipo de verdadera coalición nacional, que genere confianza en los más incrédulos y esperanza en los menos favorecidos.  Independientemente de su color político o ideología, la crisis actual demanda reunir a los más capaces, políticos, gestores, tecnócratas, todos con un solo objetivo: el Perú.  No queremos mano dura, menos dictadura, queremos eficiencia, transparencia y honestidad.  Solo la grandeza del Perú y tu respeto por nuestra democracia y nuestras libertades, limpiarán la mácula sobre tu apellido.

Eso sí, tenlo claro, si te gana Castillo, alguien que propone cambios, pero todos para peor, serás tú con tu apellido, por tus irresponsables, egoístas y desmedidas ansias de poder, la culpable de nuestra peor debacle como país.


Escrito por

Carlos de Rutté

Ciudadano. Lima-Perú.


Publicado en

Ciudadano

Porque no quiero ser gobernado por los peores hombres. Vivo la realidad, escribo desde mis ideales.